jueves, 22 de septiembre de 2016

EL MUNDO DE LAS TRAMAS

Los libroscopios o libros tejidos, tienen muchas  veces su base en el telar.

Comprender la magia del telar es comprender la vida, el único compromiso que tenemos, que es el de animarnos a caminar el sendero que elijamos con absoluta libertad, alegría y confiando que los sueños no son más que una realidad que comenzamos a tejer entre el corazón y nuestras manos, hasta que germinan, brotan, aparecen ante nuestros ojos, mucho más agrandados y tangibles, de lo que inicialmente los imaginamos.

Cuando hablamos de TELAR, aparecen palabras como urdimbre, trama, hilo, lana, tejido; y quiero imaginar que mis LIBROSCOPIOS son un cuento que involucra todas esas sensaciones, realidades, miradas, caricias, sueños de otros, y mariposas de colores que invitan a CREER que el gusano llegará a experimentar las alas.

Urdimbre y trama expresan dos aspectos diferentes del telar, y si los trasladamos a la vida, nos devuelven con total amorosidad un espejo de la belleza y perfección que nos habita. Ya que mientras que la urdimbre se mantendrá bajo tensión contínua para darle resistencia al tejido, la trama, menos resistente, dará la flexibilidad o el respirar tan necesario para existir... y ambas formarán el sueño de lo que nuestras manos están tejiendo.



Con los LIBROSCOPIOS he podido observar que tanto niños como adultos aprecian la historia, el relato, y la textura de aquello que "me" acaricia mientras imagino, sueño, vuelo.

Si además consciente o inconscientemente, aprecio lo que un hilo o una lana me están enseñando desde la construcción de aquello que soporta, sostiene y lo que brinda el aliento, lo maleable, lo tolerante, recibo la magia de aquello perfecto, inocente y único que puede brindarme un libro tejido.







lunes, 15 de agosto de 2016

¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES DE LA EDUCACIÓN ACTUAL?


Si decimos que todos, suena a nadie, pero es la única respuesta real. Intentemos ampliarla.
Durante los últimos dos años he realizado una experiencia muy valiosa de observación en México, en diferentes ciudades, comunidades y grupos culturalmente muy diferentes. Esta actividad la denominé CUENTOS DE LANA y se desarrollaba en formato de taller dentro de escuelas primarias y secundarias con la asistencia de miembros de las familias de los alumnos y los docentes que deseaban participar.

Bajo la convicción de que todos los involucrados en el desarrollo educativo de un niño, deben estar en contacto, entendí que las familias (conformadas de la manera que estuvieran conformadas) debían acercarse a la escuela, en un principio con motivaciones tal vez no tan específicas respecto al compromiso de ellos o de la escuela como institución, sino más bien desde un lugar más sensible, amoroso y menos conflictivo. Entendí también que había “nichos” de comunicación que eran ideales para que los papás acercaran experiencias personales a la escuela y a sus hijos dentro de ella; y al mismo tiempo los docentes, les dieran algo que no fuera la crítica o el consejo de cómo hacer las cosas. La herramienta a utilizar fue el cuento y la elaboración de un relato con una actividad manual, como era el tejido.




Todos debíamos tener una participación similar en cuanto a responsabilidades, dar y recibir, grado de confianza entre las partes, y la expresa convicción de que todos estábamos allí para el mayor bien de los niños… y de nosotros mismos.
La actividad convocaba a varios encuentros dentro de la escuela, donde mamás, papás, abuelas, hermanos mayores, tías y docentes de los niños que asistían a la escuela, se encontraran a compartir historias, relatos, anécdotas de sus infancias; posteriormente convertir ese relato en un cuento y este cuento en un objeto.

Trabajando con los parámetros del “teatro de objetos”, donde “el movimiento al que es sometido el objeto es lo que sugiere que lo que se ve es la “casi vida” del objeto ya que, obviamente, a pesar de ser capaz de accionar en la escena, su vida no es más que una proyección de la imaginación humana. Es un objeto queriendo ser un ser vivo, transformándose en personaje” (Ana Alvarado TEATRO DE OBJETOS); nos internamos en la posibilidad de involucrar una anécdota que puede ser sólo eso o un hecho artístico que genere un producto literario, y así familia y docentes estarán creando juntos para el bienestar directo y concreto de los niños.
Cuando el objeto estaba creado, construido, tejido, cada mamá o papá, le regalaba a su hijo ese objeto contándole su historia.






Esta actividad quedaba luego abierta a otras que serían el inicio de construcción del camino de la comunicación entre familia y escuela, tan debilitado en este tiempo. La escuela conocía la esencia de cada familia y comprendía las construcciones de los niños, y la familia observaba en forma directa y “desde adentro” cuál era el día a día de docentes y ámbito escolar en general.

A través de lo literario y las manualidades, todos entendían que cada uno no es más que un eslabón en un proceso complejo, y que ese proceso comienza siempre en el hogar (aunque debamos reaprender el significado de esa palabra).





El sonido de la voz humana relatando una historia con amor, será siempre una canción de cuna para un bebé, para un niño, para un adolescente… y para un adulto.  Los lineamientos de esta propuesta se apoyan en el lazo afectivo (no de sangre, sino “afectivo”) y en la consolidación de la relación primaria familiar, dando una doble posibilidad: descubrir la maravilla de contar cuentos a sus niños, y reconocer la gran cantidad de dones que posee cada miembro de la familia para compartir en ese ámbito. Ya que desde aquí, será también más amoroso comprender que los niños deben “formarse” en un ámbito de respeto por sus individualidades y no desde una formación o educación lineal que no permita el desarrollo del Ser.


ESTAS COSAS OCURRIERON...

"EL VESTIDO ROJO"

Tania nos contó que de muy chica tenía un vestido rojo que amaba. A medida que crecía ese vestido iba volviéndose pequeño para ella, hasta que su mamá se lo escondió porque era imposible usarlo pero ella estaba encaprichada con ponerselo.
Pasaron los años, Tania es hoy una hermosa señora, que tiene una lindísima niña... y un día jugando abuela y nieta, descubrieron entre ropa guardada en cajones que nunca se abrían, aquel viejo vestido de cuando Tania era nena. Por supuesto su hija quiso probárselo y la abuela accedió, justo en el momento en que Tania volvía de su trabajo.
La emoción fue grande al ver a su hija con su vestido, y más aún cuando le pidió que le hiciera uno igual para ella.

Tania escribió su cuento con esta anécdota e hizo una muñeca  con su vestido rojo para regalarle a su hija.
Los cuentos se cuentan así... VIVIÉNDOLOS  Y RECONSTRUYÉNDOLOS...



mariafernandagutierrez


miércoles, 10 de febrero de 2016

HISTORIAS QUE SE CUENTAN, SE TOCAN Y SE VEN

En el inicio de este año, seguimos poniéndole lana a las historias; y sigue ocurriendo en el andar que el placer asoma un ojo, se despereza, se acomoda calentito entre las páginas tejidas, observa colores, busca un almohadón grande, mullido cerca de una ventana y se sienta a provocar en todos las ganas de quedarse hasta el final del relato que cuenta ese LIBROSCOPIO.






El libro es la caja de Pandora que nos llevará a mundos insospechados.

¿Qué mundo agradará a cada visitante de un libro?

Sin duda miles de mundos querrán ser descubiertos, tal vez deseemos leer cosas muy diferentes para conocer cada uno su mundo; y en esas diferencias, hasta podríamos preguntarnos si TODOS DESEAMOS LEER.

El vértigo y la urgencia no suelen ir de la mano con el placer. Si nos internamos en esta palabra que es la que nos llevará de la mano plácidamente hasta el deseo del encuentro con el libro, podríamos recordarla como aquello agradable, satisfactorio y alegre que nos regocija, pero si además sumamos ese otro significado que pocos recuerdan: PLACER, “banco de arena llano y extenso en el fondo del mar donde se depositan partículas de oro u ostras perleras”… entonces todo podrá tomar otra dimensión.


Aceptemos que la recuperación del instante de placer que nos provoca una lectura, debe ser rescatado, recordado, nos lleve el tiempo que nos lleve, y que “apuesto un banco de arena lleno de ostras perleras”, no será tanto.